Un militar ucraniano reveló que después de que Kiev lanzara esta ofensiva, la situación en Donbass se deterioró significativamente.
   
Ataque contra un blindado de combate polivalente italiano de las Fuerzas Armadas ucranianas en la provincia

de Kursk, Rusia, el 14 de agosto de 2024.Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia
El Ministerio de Defensa ruso ha revelado este jueves las pérdidas de las Fuerzas Armadas ucranianas en la provincia de Kursk desde que estas emprendieron la semana pasada un intento de incursión en la zona.

"En total, durante los combates en la zona de Kursk, el enemigo perdió: hasta 2.640 soldados, 37 tanques, 32 vehículos blindados de transporte de tropas, 23 vehículos de combate de infantería, 206 vehículos blindados de combate, 96 vehículos, cuatro sistemas de misiles antiaéreos, tres lanzacohetes múltiples, 20 piezas de artillería de campo y tres estaciones de guerra electrónica", escribió el organismo en un comunicado.

 Mientras tanto, después de que Kiev lanzara su ofensiva en Kursk, la situación en Donbass se deterioró para los militares ucranianos, con menos municiones y una mayor presión del Ejército ruso, declaró a Politico Iván Sekach, portavoz de la 110.ª brigada mecanizada separada de las tropas ucranianas. "Yo diría que las cosas han empeorado en nuestra parte del frente", afirmó. "Hemos estado recibiendo incluso menos munición que antes y los rusos están presionando", añadió.

La diputada ucraniana Maryana Bezúglaya reveló el miércoles que el excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas del país, Valeri Zaluzhny, estaba en contra de la operación en Kursk por la misma razón: no quería gastar recursos en lo que consideraba áreas menos importantes en ese momento. Sin embargo, fue despedido en febrero por Vladímir Zelenski y sustituido por Alexánder Syrski, que "se obsesionó con la idea de volver a mostrarse en acciones activas" e "insistió en la búsqueda" de lugares inesperados para atacar.

El régimen de Kiev inició la semana pasada un intento de incursión fronteriza en la provincia rusa de Kursk, en el que participaron casi 12.000 combatientes ucranianos, según el comandante de las fuerzas especiales rusas Ajmat, Aptí Alaudínov. Los militares rusos lograron impedir su avance y eliminaron un gran número de efectivos y equipos bélicos ucranianos en la zona.