El 2025 está a la vuelta de la esquina, y con él llega una nueva ola de descubrimientos y tecnologías que prometen redefinir la manera en que entendemos el mundo. Los avances en inteligencia artificial, exploración espacial y biotecnología están configurando un futuro que antes solo existía en la ciencia ficción. Más allá de los dispositivos inteligentes y las redes sociales, estamos entrando en una era donde la ciencia y la tecnología buscan resolver los mayores desafíos de la humanidad: desde curar enfermedades incurables hasta combatir el cambio climático.
Fortum Recycling & Waste, una empresa líder en gestión de residuos y soluciones circulares de Finlandia, ha logrado producir plástico biodegradable a partir de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la incineración de residuos en su planta de Riihimäki, Finlandia. Este avance, basado en la captura y utilización de carbono (CCU), es un paso significativo hacia la reducción y utilización de las emisiones industriales de dióxido de carbono.
por Lic Cesareo Gonzalez
Introducción
En la actualidad, el sistema internacional experimenta una transformación profunda. La multipolaridad se consolida como una realidad tangible, las tensiones entre grandes potencias se intensifican, y los mecanismos tradicionales de gobernanza global parecen insuficientes. En este contexto, el Derecho Internacional enfrenta uno de los mayores desafíos de su historia: mantener su legitimidad y eficacia en un escenario donde los Estados priorizan sus intereses nacionales sobre el cumplimiento de normas colectivas. El presente artículo analiza la interacción entre geopolítica y Derecho Internacional, identificando tendencias actuales y proyectando escenarios futuros para el período 2025–2035.
La activación masiva de luces podría tener consecuencias no solo en las instalaciones de generación de electricidad, sino en el cielo, en la salud humana y en el comportamiento de todos los seres vivos.