Introducción

Desde su primera entrega en 1901, el Premio Nobel de la Paz ha constituido una referencia moral y política en el sistema internacional. Nacido de la voluntad testamentaria de Alfred Nobel, el premio pretende distinguir a las personas u organizaciones que más hayan contribuido a la fraternidad entre las naciones, a la reducción de los ejércitos permanentes y a la promoción de congresos de paz. Su prestigio, aunque simbólico, ha generado consecuencias prácticas: reconocimiento diplomático, movilización de recursos y protección internacional para quienes trabajan por los derechos humanos y la paz.

Sin embargo, la institución no ha estado exenta de polémicas: decisiones controvertidas, tensiones geopolíticas y cuestionamientos éticos sobre su independencia. Este artículo, desde una mirada jurídica y de política internacional, analiza su origen y evolución, sus mecanismos de selección, su impacto real en la paz mundial, sus principales críticas, y propone criterios de reforma que fortalezcan su legitimidad.

(Cita: Nobel Foundation, “Alfred Nobel’s Will”, 1895; NobelPrize.org, 2024).

 1. Origen y motivo: el legado jurídico de Alfred Nobel

Alfred Bernhard Nobel (1833–1896) fue un inventor y empresario sueco que, consciente de los usos destructivos de su invención —la dinamita—, dispuso en su testamento que su fortuna financiara premios para quienes “hubieran conferido el mayor beneficio a la humanidad”. Una de las categorías debía reconocer a quien promoviera la paz entre las naciones.
El testamento de Nobel, firmado en París el 27 de noviembre de 1895, constituyó un acto jurídico sui generis: un instrumento privado con proyección internacional, dotado de eficacia normativa en varios ordenamientos nacionales (Suecia y Noruega). En él se dispuso que el Premio de la Paz fuera administrado por un comité noruego, reflejo del contexto político de la unión entre ambos reinos y de la reputación pacífica de Noruega en aquella época.

Esta disposición originó la Fundación Nobel (1900), entidad de derecho privado sueco con competencias internacionales, encargada de administrar el fondo, definir las reglas y garantizar el cumplimiento de la voluntad del testador.

 

2. Trascendencia e importancia internacional

El Nobel de la Paz tiene una triple dimensión:

Moral y simbólica, al consagrar un estándar de conducta que trasciende fronteras, funcionando como un “soft law” o norma social internacional que incentiva comportamientos de paz sin coerción jurídica directa.
Política, al influir en la agenda global y en las decisiones de organismos multilaterales. El reconocimiento internacional alienta la diplomacia preventiva, el diálogo y el fortalecimiento de instituciones de derechos humanos.
Material y mediática, al otorgar visibilidad global y una dotación económica significativa. En 2025, el monto de cada premio ascendió a 11 millones de coronas suecas, equivalentes a aproximadamente 950 mil euros, según datos oficiales de la Fundación Nobel.
De este modo, el premio se convierte en un instrumento de diplomacia simbólica, reforzando la legitimidad de actores que promueven la paz o denuncian violaciones graves de derechos humanos.

 

3. Los galardonados: diversidad y alcance global

Desde 1901, el premio ha sido concedido a más de 140 personas y 30 organizaciones. Entre los primeros destacan figuras como Bertha von Suttner (1905), pionera del pacifismo europeo; Martin Luther King Jr. (1964), por su lucha no violenta contra la segregación racial; Nelson Mandela y F. W. de Klerk (1993), por su papel en la transición sudafricana; Malala Yousafzai (2014), por la defensa de la educación femenina; o Narges Mohammadi (2023), por su activismo en Irán.
El premio también ha reconocido a organizaciones internacionales, como el Comité Internacional de la Cruz Roja (en tres ocasiones), el ACNUR, Médicos Sin Fronteras o la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).
Esta amplitud demuestra que el Nobel de la Paz ha evolucionado hacia una visión multidimensional de la paz, que incluye el desarrollo sostenible, la igualdad de género y la justicia climática.

 

4. Selección y funcionamiento: transparencia y controversias

El proceso de selección está a cargo del Comité Noruego del Nobel, compuesto por cinco miembros designados por el Parlamento noruego (Stortinget).; Las nominaciones son confidenciales durante cincuenta años. Pueden ser presentadas por ex laureados, profesores universitarios de disciplinas relevantes, jueces de tribunales internacionales, miembros de parlamentos nacionales, y ciertos funcionarios de organizaciones intergubernamentales.


El procedimiento incluye una preselección, estudios técnicos elaborados por asesores externos, deliberaciones internas y la decisión final, normalmente en octubre.
A pesar de su rigor, el proceso ha sido criticado por su opacidad y por la percepción de influencias políticas indirectas, especialmente cuando los laureados pertenecen a Estados con protagonismo geopolítico.

 

5. Beneficios tangibles e intangibles del premio

Los efectos del Nobel trascienden la gratificación económica. En términos prácticos:

Beneficio institucional: muchas organizaciones laureadas logran multiplicar su financiación, acceder a foros internacionales y aumentar su protección frente a persecuciones o censura.
Beneficio diplomático: los Estados pueden usar el reconocimiento como plataforma de legitimación externa, aunque ello implica riesgos de instrumentalización política.
Beneficio moral: el premio otorga al galardonado una autoridad simbólica que puede incidir en la creación o consolidación de normas internacionales consuetudinarias.
Un ejemplo paradigmático es la ICAN (2017), cuyo trabajo contribuyó a la aprobación del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares en Naciones Unidas, mostrando cómo el Nobel puede tener impacto normativo real.

 

6. Críticas, decepciones y dilemas éticos

A lo largo de su historia, el Nobel de la Paz ha enfrentado momentos de profunda controversia:

Politización: La concesión del premio a Henry Kissinger (1973) o a Barack Obama (2009) fue interpretada como un gesto prematuro o contradictorio.; Desencanto posterior: El caso de Aung San Suu Kyi, laureada en 1991 y luego criticada por su silencio ante la persecución de los rohinyás, evidenció el riesgo de deterioro moral del premio.
Premios preventivos: Algunos galardones han sido otorgados más como estímulo que como reconocimiento, debilitando el principio fundacional de premiar logros ya alcanzados.
Falta de revisión o revocatoria: No existe mecanismo para retirar un premio si el laureado incurre en actos contrarios a los ideales del testamento de Nobel.
Estas controversias plantean un dilema central: ¿debe prevalecer el valor simbólico del reconocimiento o la exigencia de coherencia ética posterior?

 

7. Comparación con otros premios internacionales

Existen premios de paz y derechos humanos que complementan o rivalizan con el Nobel en distintas dimensiones:

Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia (Parlamento Europeo, desde 1988), con criterios de transparencia y enfoque en libertades fundamentale; Right Livelihood Award (Suecia, 1980), conocido como el “Nobel alternativo”, centrado en soluciones prácticas a desafíos globales.
Premio Václav Havel de Derechos Humanos (Consejo de Europa, 2013), más jurídico y centrado en la defensa de los valores del Convenio Europeo.
La existencia de estos premios refleja la diversificación del reconocimiento internacional en materia de paz y derechos humanos, y la progresiva institucionalización del ideal nobeliano dentro del derecho internacional contemporáneo.

 

8. Propuestas de reforma y criterios de legitimidad

Desde una perspectiva jurídico-política, el Nobel de la Paz podría fortalecerse mediante:

Transparencia graduada: publicación, una vez concluido el periodo de secreto, de los criterios de selección con análisis explicativo accesible al público.
Evaluación posterior: informes quinquenales sobre el impacto de cada premiado en su campo.
Cláusula ética de coherencia: un código de conducta simbólico que, sin revocar premios, establezca distancia institucional ante conductas gravemente contrarias a la paz.
Equilibrio geográfico y de género, garantizando representatividad global en la selección de laureados y en la composición del Comité Noruego.
Estas medidas fortalecerían la confianza pública y reforzarían el papel del premio como herramienta de gobernanza ética internacional.

 

9. ¿Debe eliminarse o conservarse?

La eliminación del Nobel de la Paz supondría perder un instrumento moral de diplomacia pública que, aunque imperfecto, ha contribuido a visibilizar causas justas y a proteger defensores de derechos humanos.
Más que abolirlo, es preferible reformarlo, modernizando sus procedimientos y reafirmando su independencia política. En términos de derecho internacional, su valor no reside en imponer sanciones o obligaciones jurídicas, sino en crear presión moral, elemento fundamental del soft law y de la diplomacia contemporánea.

 

Conclusiones

El Premio Nobel de la Paz, nacido del testamento de Alfred Nobel, se ha consolidado como un referente ético global. Su legado combina derecho privado, política internacional y filosofía moral.
Aunque su impacto material en la paz mundial es limitado, su poder simbólico ha influido en la creación de normas internacionales y en la consolidación de la sociedad civil global.
Las críticas —politización, falta de transparencia y coherencia— son legítimas, pero no invalidan su contribución histórica.
Desde la perspectiva del derecho internacional, el premio constituye un mecanismo no coercitivo de regulación moral que fomenta valores universales y legitima la acción pacífica transnacional.
Su futuro dependerá de su capacidad de adaptarse sin perder independencia, garantizando equilibrio, transparencia y coherencia ética.
El Premio Nobel de la Paz, en definitiva, no es una recompensa por la paz lograda, sino una invitación permanente a construirla.
 

Bibliografía básica

Nobel Foundation / NobelPrize.org. “Alfred Nobel’s Will”; “The Nomination and Selection Process”; “Nobel Peace Prize Laureates, 1901–2025”. Consultado en 2025.
Krebs, R. R. (2009). The False Promise of the Nobel Peace Prize. Cambridge Review of International Affairs.
United Nations Office for Disarmament Affairs. (2023). The Role of Civil Society in Peacebuilding and Disarmament.
European Parliament. (2024). The Sakharov Prize: Impact and Global Reach.
 


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